Periodo de adaptación (IIII) parte.

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“Lo que faltaba, ¿Y ahora qué hago?” “¡piensa!, Cora”
Mi madre me había hecho prometerle que mi padre no se enteraría de nada, no sabía qué hacer, el sentimiento de la culpa me paralizo… Bueno la parte positiva era que Carlos y Berto habían dejado de pelear.
-cariño, no te preocupes…-apareció mi madre para salvarme-… Yo te lo explicare todo.-se dirigió a mi padre, y lo agarro del brazo, antes de irse me lanzo una mirada de “después hablaremos”. Se fueron a la cocina, mama envió a Telmo a su cuarto, yo tenía que recoger todo y esperar el castigo que me iba a caer por la que había armado, bueno en realidad todo había sido culpa de Rut, pero yo me había dejado convencer.
-eeh… chicos ayudarme a recoger – dije casi sin voz, todos comenzaron a quitar cosas de la mesa, platos, vasos… debió ser por la entrada de mi padre, con tanta autoridad lo que debió de asustarles, ya que nadie abrió la boca, todo estaba en sumo silencio y de repente se me callo un plato, corroborando lo torpe que era. Todos siguieron como si nada, yo creo que después del numero del baño, de la enterada de mi padre querían salir de mi casa lo más pronto posible.
Al terminar me despedí de todos serian las doce o así cuando mi casa estaba completamente vacía. Mi padre me hecho la típica charla de “tienes que concentrarte en los estudios y dejarte de tonterías”, después de escuchar todo lo que tenía que decirme subí a mi cuarto, allí estaba mi hermana acostada sobre las sabanas con una sonrisa dibujada en la cara, al pasar la puerta me miro para luego volver a poner esa sonrisa tan estúpida sin dejar de mirarme.
-¡¿Qué?! , ¿Tengo monos en la cara?- le dije de una forma muy borde, bueno después de la chapa que me había dado mi padre, no tenía ganas de que mi hermana comenzara con el interrogatorio.
-NO! Jaja, pero es que hoy te has soltado la melena, no conocía yo esa faceta tuya…-sabía perfectamente a que se estaba refiriendo, y como no quería hablar opte por no contestarle.-…bueno veo que no estás muy habladora no?- la ignore aunque parecía que no se cansaba de preguntar.

A la mañana siguiente era sábado, me desperté tarde, Rut ya no estaba en la habitación por lo que estaría desayunando. Me desperece y baje a la cocina para tomar algo, me serví un vaso de zumo y cogí unas galletas del armario, me senté en la mesa y comencé a engullir esa comida, tenía mucha hambre, algo muy normal en mi, ya que tenía hambre a todas horas.
Sonó el timbre y al ver que nadie iba a abrir, me levante mire por una pequeña ventana que había junto a la puerta, y abrí.
-¿Qué haces tú aquí?- dije muy confusa…

continuara...

Espero que os haya gustado...
he tardado mucho en publicar,
ya que estoy hasta arriba de examenes...
comenten muchoo!!
bessoos ;)